Los Electrolitos y su importancia en la Práctica Deportiva

Más de la mitad de nuestro peso corporal es agua. Como tal, es importante preservarla y asegurarnos de que tenemos un aporte adecuado para mantener unos niveles adecuados de salud. En la práctica deportiva, esta preservación es igualmente importante y puede influir en el rendimiento físico y en los resultados deseados para el deportista.

Es importante entender que los líquidos corporales se encuentran en diferentes medios: espacio intracelular; espacio extracelular y en la sangre. En esta última podemos encontrar en circulación algunos minerales, útiles para el organismo en grandes cantidades, como los electrolitos.

Electrolitos

Los electrolitos son minerales que al disolverse en un medio líquido, como la sangre, contienen una carga eléctrica que ayuda a regular los nervios y los músculos. Los más importantes son el Sodio, el Potasio, el Cloruro, el Magnesio y el Calcio.

Son los electrolitos que permiten mantener la concentración de líquidos en niveles adecuados en los diferentes medios, ocurriendo la transferencia de líquidos de un medio a otro (por ejemplo, intracelular a extracelular), a través de la Osmosis. Solo así se consigue el equilibrio electrolítico. Los riñones ayudan a mantener las concentraciones filtrando, eliminando cualquier exceso y devolviendo lo necesario a la sangre circulante.

Así, en la práctica deportiva, es pertinente asegurar este equilibrio, aportando un alto soporte mineral para que el funcionamiento del organismo se mantenga.

Sodio

Es uno de los minerales que más afecta al rendimiento deportivo, ya que interviene en el mantenimiento del volumen del plasma sanguíneo, el equilibrio ácido-base, la transmisión del impulso nervioso y el funcionamiento regular de las células.

En un deportista, la principal vía de pérdida de minerales es a través del sudor y el Sodio es uno de los minerales que presenta una caída significativa, especialmente en deportes de resistencia. Por este motivo, el deportista no debe reducir el consumo de Sodio diariamente y en situaciones de competición, puede ser necesario aumentar su consumo para asegurar el mantenimiento de niveles saludables.

La cantidad recomendada de Sodio y otros minerales puede variar según el deportista, así como por factores externos como el deporte (intensidad y duración) y la temperatura ambiente. Por ello, es necesario determinar con precisión los niveles adecuados de pérdida y reposición adecuados mediante el control de la pérdida de Masa Corporal (comparando los momentos antes y después del entrenamiento) o a través de marcadores urinarios (midiendo el Sodio renal).

Bebidas Isotónicas

Un correcto equilibrio electrolítico se consigue con el apoyo de una alimentación adecuada a lo largo del día, sin embargo, en determinadas situaciones específicas puede tener sentido introducir bebidas enriquecidas con electrolitos para asegurar las concentraciones adecuadas.

Para que la hidratación ocurra de la mejor manera durante el evento deportivo, las bebidas ingeridas deben ser isotónicas, es decir, garantizar una mejor osmolaridad (alrededor de 290 mOsm/L) y transporte de minerales.

Estas bebidas se componen generalmente de agua, electrolitos (Sodio, Potasio, Calcio y Magnesio) y Carbohidratos y su principal objetivo es reponer electrolitos y rehidratar, aumentar la resistencia y el rendimiento del deportista y regular la temperatura corporal.

En todos los casos de práctica deportiva intensa y que no pueden ver comprometidos sus resultados, la alimentación y la hidratación son de extrema importancia. En cuanto a la hidratación, el agua simple puede no ser suficiente para asegurar unos niveles nutricionales adecuados, por lo que puede ser necesario enriquecerla para mantener un correcto funcionamiento corporal. En cualquier caso, la son pertinentes la evaluación y el acompañamiento individualizados, teniendo en cuenta los diversos factores que condicionan estos equilibrios.

Nutricionista, Jacinta Mendes
3341N