Regulación Hormonal y Control del Peso

Regulación hormonal y Control de peso

El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública, que desencadena otros problemas de salud, convirtiéndose en una de las causas de mortalidad. Aunque el sobrepeso y la obesidad tienen una etiología compleja, ya que implican factores conductuales, culturales, genéticos, fisiológicos y psicológicos, están causados principalmente por el desequilibrio entre la energía ingerida y el gasto energético individual y diario, en este último influyen varios mecanismos que ocurren a diario en el organismo, como la contracción muscular, el funcionamiento del cerebro, los sistemas respiratorios, etc.

Los factores metabólicos, conductuales y psicológicos regulados por las hormonas influyen en la composición corporal y la ingesta de alimentos. Esta regulación es el resultado de una variedad de estímulos procesados en el sistema nervioso central, que regulan el apetito y la saciedad.

El tejido adiposo está íntimamente relacionado con el sobrepeso y la obesidad y, según su localización, representa un mayor riesgo para el desarrollo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Hormonas reguladoras

El tejido adiposo y el tracto gastrointestinal desempeñan un papel crucial en la regulación hormonal mediante la liberación de hormonas relacionadas con la regulación del apetito. Las principales hormonas relacionadas con los procesos de saciedad que se sintetizan en el tejido adiposo son la Leptina, la Adiponectina, la Resistina y la Visfatina; las que se liberan en el tracto gastrointestinal son la Grelina, la Colecistoquinina (CCK), el Péptido YY (PYY), el Polipéptido pancreático (PP), el Péptido similar al Glucagón tipo 1 (GLP-1) y la Oxintomodulina.

Efectos principales

• Disminuye la ingesta de alimentos → promovida por Leptina, Adiponectina, CCK, PYY, PP, GLP-1 y Oxintomodulina;
• Aumenta el gasto energético → Leptina, Adiponectina y Oxintomodulina;
• Retrasa el vaciado gástrico → CCK, PP y GLP-1.

Mecanismos de control de peso

Cuando se busca el control de peso, existen diversos mecanismos que se pueden utilizar y que permitirán una regulación hormonal que contribuirá al éxito o al fracaso de la pérdida de peso.

Cuando la búsqueda de la pérdida de peso se centra únicamente en la restricción energética, esta reducción puede desencadenar una serie de mecanismos compensatorios en los que el objetivo es evitar el hambre. En estos casos se verifica una disminución significativa de los niveles de Leptina, lo que puede desencadenar una disminución de la sensación de saciedad, un aumento del hambre y consecuentemente un aumento de la ingesta de alimentos. Es decir, en los casos en los que existe una necesidad de pérdida de peso ponderal, cuando solo se utiliza la estrategia de restricción energética, pueden desencadenarse respuestas hormonales que buscan compensar el déficit calórico y dificultar el control alimentario y la regulación del apetito.

Cuando el control de peso se combina con el control energético y el ejercicio físico, se ha demostrado que, si bien existe una demanda de aumento de la ingesta calórica, al mismo tiempo es posible comprobar una mejora de la respuesta de saciedad en el periodo posprandial. Aun así, es importante mantener un déficit calórico entre la energía consumida y la gastada, si el objetivo es la pérdida de peso, ya que este puede mantenerse a largo plazo. Al mismo tiempo, este proceso puede ser útil a largo plazo cuando el objetivo es el control del peso individual.

Existen varios mecanismos que pueden influir en el control de peso y, como tales, es importante conocerlos y comprender cuándo y cómo pueden aplicarse. La regulación hormonal y los procesos implicados contribuyen en gran medida a prever la tasa de éxito o fracaso del objetivo, y no son los únicos factores que lo promueven.

Nutricionista, Jacinta Mendes
3341N