El sector de la salud y fitness necesita innovación para atraer al 73% de la población que no practica actividad física con regularidad. Todos los años, los gimnasios registran un aumento de inscripciones en enero, pero pronto vuelven a la normalidad, ya que muchos nuevos inscritos desisten por sentimientos de fracaso o vergüenza.

¿Quiénes son el 73%? Según el último Eurobarómetro sobre deporte y actividad física, solo el 18% de los portugueses hace ejercicio con cierta regularidad, el 4% con regularidad y el 5% rara vez. Estas cifras son preocupantes, ya que indican una falta de éxito a la hora de mantener a la población regularmente activa.

Estos resultados están en consonancia con las investigaciones que demuestran que los objetivos idealizados en los propósitos de Año Nuevo suelen tener el efecto contrario, desmotivando más rápidamente a los nuevos practicantes de ejercicio y clientes de gimnasios y llevándoles a abandonar.

Efecto Boomerang

Para hablar de esto, es necesario comprender el Efecto Boomerang.

Los objetivos idealizados, junto con muchas otras estrategias populares de cambio de comportamiento y rutinas promovidas por la industria del fitness, suelen llevar a los principiantes a abandonar rápidamente. Las personas se sienten brevemente motivadas para ir al gimnasio y empezar a entrenar, pero luego abandonan, distanciándose aún más de la actividad física.

La industria del fitness ha perpetuado involuntariamente este patrón. La pandemia de COVID-19 ha obligado a la industria del fitness a reformular sus estrategias, poniendo de relieve la necesidad de un cambio profundo. Algunos gimnasios sobrevivieron a duras penas, mientras que otros cerraron sus puertas. Las opciones en línea se han convertido en un salvavidas para algunos e incluso en una bendición para otros.

Pero independientemente de la situación del negocio, COVID ha traído a la industria del fitness un momento de reflexión crucial. En realidad fue una oportunidad, porque este nuevo panorama nos permitió ver con ojos nuevos lo que no funciona y lo que nunca ha funcionado, y pensar en cómo podemos actuar de otra manera para empezar por fin a alcanzar nuestros objetivos.

Espiral de la Vergüenza

Evitar la Espiral de la Vergüenza es crucial. Muchas personas tienen experiencias negativas con el ejercicio, lo que les impide participar de forma continuada. Cambiar el enfoque de series y repeticiones a una mentalidad flexible podría ser la clave. Centrarse en la perfección y dolor («no pain no gain») puede desanimar a la mayoría de la gente, mientras que un planteamiento más flexible fomenta mejor la participación y la satisfacción a largo plazo.

Para realizar este cambio, primero tenemos que cambiar nuestra propia mentalidad. Debemos adoptar estrategias flexibles y fomentar todas las formas de actividad física, aunque sean breves o ligeras. Debemos eliminar la idea de que solo es válido el entrenamiento intenso y sustituirla por un enfoque más integrador y alegre.

La verdad es que la forma en que el sector ha comunicado tradicionalmente el ejercicio y las «formas correctas» de hacerlo ha creado una mentalidad de «todo o nada». Esta comunicación no sólo se produce en el gimnasio, sino a lo largo de todo el viaje del consumidor, por ejemplo, marketing, integración, diseño del gimnasio, conversaciones con personal trainers, etc.

Esta mentalidad de «todo o nada» no funciona para el 73%. Peor aún, desanima y disuade. A pesar de las mejores intenciones, las estrategias que se suelen utilizar – series y repeticiones prescritas, defensa de estrategias que promueven la perfección como la formación de nuevos hábitos, objetivos SMART – encaminan al 73% hacia el fracaso. La cultura imperante en la industria cultiva un pensamiento rígido y unos objetivos poco realistas que fácilmente provocan vergüenza, culpa y abandono.

Puede parecer paradójico, pero investigaciones recientes demuestran que hacer menos genera mejores resultados. Permitirse la imperfección a la hora de hacer ejercicio, en lugar de intentar seguir planes u objetivos rígidos, predice un mejor compromiso a largo plazo e incluso el mantenimiento del peso corporal. Esto también se aplica a la alimentación sana.

«Sustituir la mentalidad del todo o nada por una más flexible preparará mejor al 73% para el éxito».

El pensamiento flexible permite a las personas ser ágiles para hacer frente a cambios y acontecimientos imprevistos en su día a día que entran en conflicto con el entrenamiento planificado. Les permite seguir por el buen camino inventando una estrategia alternativa que les siga aportando algunos de los beneficios del entrenamiento programado originalmente.

Deshágase del lenguaje y estrategias inflexibles. Tenemos que promover exactamente el tipo opuesto de estrategias y mensajes que funcionan para nosotros y experimentar con los que funcionan para el 73%. Esto significa promover un enfoque flexible del entrenamiento, sin deberes, obligaciones o números objetivo absolutos.

• Todo cuenta. Tenemos que animar a nuestros futuros miembros a que cuenten toda actividad física, por breve o ligera que sea, como una contribución a la suma total del ejercicio, ya sea dentro o fuera de las cuatro paredes del gimnasio. Si no pueden ir al gimnasio ese día, pueden hacer alguna actividad.
• Poco es siempre mejor que nada. Tenemos que ayudar a la gente a entender este concepto básico cuando se trata de hacer ejercicio. Esto incluye animar a los miembros a ir al gimnasio y participar, aunque lleguen tarde a clase, tengan que marcharse un poco antes o solo hagan siete minutos en la sala de pesas en lugar de los 30 previstos.
• No utilice la pérdida de peso como objetivo. Tenemos que ayudar a los clientes y miembros a reducir la atención que prestan a su peso y a la actividad física como medio para cambiarlo – esto no solo cultiva el pensamiento de «todo o nada», sino que crea una propuesta perdedora para ellos y para nosotros.
• Elimine definitivamente el «no pain no gain». Por último, pero no por ello menos importante, debemos sustituir «no pain no gain» por «do what makes you happy».